A menos de una semana del debut en la Copa, Independiente pensó más en el Deportivo Quito que en Aldosivi y perdió bien

Ojo, no ganó en todo el verano...

El 0-3 del campeón de la Sudamericana ante un equipo de la B Nacional es un resultado que, leído llanamente, sorprende. Visto desde la intensidad de cómo Independiente enfrentó a Aldosivi, no tanto. Para los marplatenses fue como un partido por el ascenso. Para el Rojo, que se notó que sólo tiene la cabeza puesta en el choque copero del martes, fue una práctica más, como cualquiera de entre titulares y suplentes. “Suele pasar que el equipo titular pierde”, le restó importancia Battión a la derrota. A seis días de recibir a Deportivo Quito, el miedo a lesionarse fue más fuerte que el demostrar la diferencia...

Porque no hay dudas de que ante los ecuatorianos estos mismos futbolistas (va a ingresar Parra y el doble 5 también puede cambiar) se van a jugar la vida en cada pelota. Pero ayer, si hicieron un foul, fue mucho. Faltó presión en la salida, firmeza en la marca y los jugadores de Aldosivi tenían libertad para moverse. Y aprovecharon cada ataque profundo, y cada ventaja defensiva, para inflar la red. Los primeros dos goles fueron calcados. Desbordes por derecha de Vega, cabezazo en el corazón del área: Gigli primero, Martín Cabrera después. El mismo Cabrera puso el 3-0, después de que Gigli le peleara una pelota a Gabbarini, tras una mala entrega de Tuzzio.

Defederico, de lo más desequilibrante, tuvo el gol dos veces, en las escasas triangulaciones que mostró el Rojo, junto con Cabrera y/o Silvera y/o Rodríguez. Incluso, la práctica de fútbol del día anterior fue menos relajada y más provechosa para sacar conclusiones que este amistoso que, desde la estadística, sirvió para cerrar la pretemporada de verano sin victorias.