domingo, 12 de junio de 2011

El Turco Mohamed no quiere hablar más de lo que rodea al partido Independiente-Huracán.


“Dejemos las cosas en manos de Dios”, tiró el DT. También dijo que el Rojo estaría peleando arriba si no hubiese jugados dos torneos a la vez.

Al final del Clausura le sobran condimentos. La corona no tiene dueño, todavía no hay ningún descendido, varios pelean por salvarse de todo y otros por entrar a la Sudamericana. Pero eso no es todo. Hay partidos teñidos de morbo. Uno de ellos es Independiente-Huracán, con Mohamed, confeso hincha del Globo, en el banco del Rojo y con la posibilidad de que los de Parque Patricios desciendan. “No quiero hablar más de este tema por respeto a los hinchas de Independiente. Con Huracán dejemos las cosas en manos de Dios. Que sea lo que Dios quiera”, dijo el Turco, luego del 0-0 de su equipo en Victoria.

El DT comentó, hace pocos días, que su deseo era dejar el país durante ese duelo en Avellaneda. Su corazón tira, pero el profesionalismo puede más y no le quedará otra que sentarse y armar el mejor Independiente posible. El Rojo no se puede dar el lujo de desperdiciar puntos y por eso Mohamed intentará alejar su cabeza del corazón.

Con respecto al 0-0 ante Tigre, Antonio destacó “la solidez de la defensa” y contó que el Rojo estaría peleando por el título si no fuese por la Copa Sudamericana: “Los cuatro o cinco puntos que se escaparon por jugar al mismo tiempo dos competencias, porque sino Independiente estaría ahora más arriba y con chances”.

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