Hace casi dos semanas, Independiente tuvo 15 minutos de un brillante espejismo.

Con un equipo muy similar al que pondrá hoy, el Rojo apabulló a Godoy Cruz, y hasta se puso en ventaja. Presionó a los mendocinos contra su propio arco, con un mediocampo con mucho pie del bueno. Pero bastó que Godoy Cruz pusiera la pelota contra el piso, para comenzar a explotar los espacios que, generosos, se abrían a los costados de Fernando Godoy, único volante central que se cansó de correr en inferioridad numérica. Esa noche, Rojas, Villar, Olmedo y Carlos Sánchez se hicieron un picnic. A los costados de Godoy, ni Patito Rodríguez ni Fredes, mucho menos Gracián, podían frenar a los volantes rivales. Ese fue el factor clave del triunfo del Tomba, y lo que llama la atención es que Mohamed repita tres de esos cuatro volantes, con el único cambio del ingreso de Mancuello por Rodríguez. Es, en esencia, la misma estructura, más allá de que Mancuello tiene más recorrido hacia atrás que Patito. Debe tener pensado algo extra el Turco, de otro modo, sería tropezar con la misma piedra...