sábado, 19 de marzo de 2011
Los dos se quedaron con las ganas.
Independiente ahora lleva 22 partidos sin victorias como visitante (15 por el torneo local). Quilmes suma seis en total y sigue en zona de descenso, pero por lo menos tiene un punto.
Y no pueden. Las rachas se estiran y pesan cada vez más sobre la espalda de Independiente y Quilmes. Es que el Rojo no puede de visitante y el Cervecero no sabe lo que es sumar de a tres en las seis fechas jugadas del torneo. Así, todo terminó en un empate en uno, que no hace más que estirar los números negativos.
El equipo de Caruso, por ser local, intentó tomar el protagonismo. Pasado el cuarto de juego parecía decidido a instalarse en el área de Hilario, pero terminó sufriendo un golpe en su propia puerta. Jairo desbordó y Parra la empujó en el centro del área. A partir de ahí, los locales aflojaron el ritmo y el Rojo se agrandó.
Pero, los 21 juegos que arrastraba sin triunfos fuera de su casa, se les vinieron encima a los de Avellaneda. La defensa se durmió y tras un centro de Garnier apareció JJ Morales para meter el testazo goleador. El goleador pareció estar un pasito adelantado. Con el 1-0 en el resultado, Cabrera se perdió un mano a mano increíble.
Sobre el final quedó la sensación de que se lo podría haber llevado cualquiera de los dos. Más por errores del rival que por virtudes propias. Los números se agrandan y no los del promedio precisamente. El Rojo llegó a 22 partidos sin triunfos como visitante (15 por el torneo local) y Quilmes no festejó en lo que va del torneo. Eso sí, sumó su primer punto.
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