“Hay que seguir creciendo por este camino”.
Que si pierde Mohamed se va, que ahora porque ganó se queda... Muchas cosas se escucharon en los pasillos del Libertadores de América, antes y después del 4-0 a Newell’s. ¿Podrías haberte ido, Turco? “La gente me eligió para que me quede. Lo hizo el jueves ante Godoy Cruz y lo volvió a repetir esta vez. Con el aliento sentí como si me dijeran ‘te elegimos a vos para que nos saqués de ésta, hacete cargo’. Y ya lo había dicho: esta gente no te regala una ovación así nomás. Entonces asumí la responsabilidad de este momento, la sigo asumiendo y voy a seguir al frente hasta que la gente o los directivos me digan lo contrario”, se plantó el técnico del Rojo, cuestionado porque los resultados no aparecían.
La gente colmó la cancha, gritó “el Turco no se va” y el equipo respondió con una goleada ante los rosarinos que le dejó buenas percepciones a Antonio: “Recuperamos la tranquilidad atrás. Hilario volvió a estar en su nivel. Tuzzio también. La defensa volvió a jugar muy bien. Silvera volvió al gol en el día de su cumpleaños. Cabrera hizo un partidazo... Para que un equipo juegue bien, necesita que las individualidades estén en un nivel alto. Dimos un paso adelante en eso. Hay que seguir creciendo por este camino y confirmarlo el sábado”.
El 4-0 cortó una racha de 13 fechas sin ganar en el torneo local. Además, desde febrero 2006 que el Rojo no triunfaba por una diferencia tan amplia (esa vez fue un 5-0 a Instituto). Tras el 1-3 copero ante el Tomba, el Turco había pedido unión, “y el mensaje le llegó a la gente y también a los jugadores. Necesitábamos una reacción, un partido así para recuperar la confianza. Entendimos cómo era la situación, olfateamos la mística ganadora y el equipo se jugó todo en cada pelota”, resaltó el DT. Y puso rápido la cabeza en Quilmes: “¿Para qué tocar algo que rinde bien? Es un buen momento para seguir respaldando a los que respondieron. Es lo ideal”.
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